Homenaje de Martín a su hermana Milagros.

Hola amigos nuestro amigo Martín, nos envía el homenaje de su hermana Milagros que falleció recientemente, en dicho escrito se nota el cariño que tenía Martín hacia su hermana pues las palabras que emplea, reflejan el sentir de un hermano muy apenado por tan gran perdida,

Un abrazo para Martín y a toda la familia de Milagros.

charly.

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Querida hermana Milagritos:

Cuando uno habla de otros más extraños, aunque amigos y cercanos, tiene el corazón menos encogido que cuando le toca hablar casi casi de sí mismo.

Estamos tristes, hermana. Por qué no decírtelo abiertamente. Pasaré por delante de tu casa y no veré tus ojos que estallaban de alegría al mirarme, al mirarnos. Llamaré al timbre y no sonará tu voz, lozana en otros tiempos, invitándonos a subir y estallar en un abrazo sostenido. Decías: ya sabes que esta es tu casa, no tengo que decirte ven, entra sin llamar. Es tu casa. Siéntate, cuéntame, quiero saber de ti. Y apoyabas tu caliente mano sobre mi pecho, produciendo un sueño placentero: el recuerdo de nuestra madre a la que adorabas, el de nuestro padre, el valiente desafiador del miedo. 

Milagros y Justi

Ya lo sé, Milagritos. Han terminado esas escenas. Pero no me resigno. Y añado que sólo terminarán físicamente. Permanecerá la esencia.

Permanecerás tú: tu vida de maestra recordada por tus alumnos que al verte por la calle después de muchos años, te gritaban es ella, la que nos enseñaba trucos para superar tristezas, la que se deshacía en enseñanzas de valores permanentes, aquellos que siempre valen, como la honradez, el trabajo y la amistad.  Es ella, Doña Milagros, y se acercaban para darte un beso de gratitud. 

Subsistirá tu entrega a la familia, tu generosidad, tu trabajo, tu dedicación a los 9 hijos por quienes has dado tu vida entera, tu ejemplo, tu esfuerzo sobrehumano, tu imaginación y tu eficacia para superar dificultades sin cuento.

Recordaremos tu coherencia de conducta. Fuiste una buena cristiana, fiel a tus creencias, fiel a tus principios que originados en una ética humana y fraternal adquirían un destello especial al ser iluminados por la fe que defendías.

Seguirá viviendo aquella niña en quien también su maestra Doña Margarita supo ver el futuro de una persona que valía para los estudios.

Y en efecto, tu competencia se probó siendo de las muy pocas que aprobaron a la primera aquella famosa reválida tan temida por quienes la necesitaban para ingresar en la Universidad.

Milagros en la conferencia sobre voluntariado de su hermano Martín, 

Reinoso 12 de agosto 2012

Tú fuiste quien cuidó de su esposo Mariano, acompañando sus proyectos con la ternura de tu cariño y con la sabiduría de tus consejos.

Tu magisterio seguirá entre nosotros, Milagros. Esa construcción de la paz que caracterizó tu vida: una paz interior que infundía respeto y afecto con sólo verte, con sólo oírte. Una paz con los demás que huía de las guerras y luchaba por un país más justo. Una paz con la naturaleza que sabía cuidar del jardín de la casa del pueblo y era capaz de pasear a sus hijos por la ribera de la Moreras para que sus pulmones se alimentaran de aire puro y sosegado.

Hasta aquí has llegado. Junio. 2022. Nos toca recoger tu antorcha olímpica. Esperamos no defraudarte. Caminaremos imitando tu ejemplo de vida, cuidando tu ejemplar personalidad como te supo cuidar Carmen en los últimos años de tu existencia. Gracias. Sube hasta donde sabes llegar, acompañada de nuestro beso tembloroso a la vez que apasionado. 

Valladolid, 3 – 6 – 22.

  MRR.

Poesía. Milagritos:

Te volveremos a ver.

No terminó tu ejemplo.

Sembraste semillas fuertes,

sabias, imperecederas,

de gran calado, difíciles

de arraigar si no hay nutrientes

especiales.

¿Qué semillas? – La paz, 

la convivencia fraternal,

coherencia, sobriedad,

esfuerzo, entrega, trabajo,

imaginación, alegría por vivir.

Seremos nosotros quienes

busquen esos nutrientes

para que tú florezcas,

para que tu legado permanezca.

Seremos tus hijos, tu hermano,

tu familia entera quienes

se mancharán las manos

para que tu sueño crezca,

para crear unidad, para

ser familia, sin romper

la universalidad. 

Valladolid, 3 – 6 – 22.

MRR.