Renovación en el centro Cultural de Reinoso de Cerrato
A la entrada de Reinoso y enfrente de la carretera de nuestro vecino pueblo de Soto se hallan las escuelas antiguas y las casas de los maestros. Una de las primeras edificaciones se ha convertido por arte del entusiasmo del alcalde José Barragán, que en su tiempo dirigió los destinos del pueblo, en Centro Cultural. Del mismo modo una de las casas de los maestros ha sido trasformada en la actual sede de la alcaldía, por obra y gracias de quien encarna la responsabilidad de dirigir al pueblo: D. Francisco Calleja.
otean en el tejado de la Alcaldía, presente la de Reinoso con su escudo y variada simbología, y los columpios donde los niños juegan a ser hombres, se ubica el Centro Cultural que posee un bar abierto a los vecinos y circunvecinos de la localidad reinosera.
Un mural, el de Popi, siempre presente entre nosotros con su sonrisa abierta; una TV, unas mesas acogedoras, unos radiadores, unos cuadros que hablan de cultura y un tablón que recoge las creaciones poéticas de nuestros vates demuestran que se trata no sólo de un bar, sino también de una casa de sabiduría.
Regentaron la cátedra Pili Hermana, pionera en el servicio; los Espina, la familia Barragán (Josechu y Mari) amigos inolvidables, oriundos de Baltanás; un peruano llamado Eduardo, y que internacionalizó las paredes del inmueble. Siguieron Pablo y Olga, con ascendencia en la vecina Burgos; Tita Santamaría sirvió con elegancia las copas y los cafés en sus años de asignación; y cuando el Teleclub en manos de la Asociación de Jubilados cambió su nombre por Centro Cultural, fue Aguasanta quien permaneció siete años en la barra. Desde hace unos días es Javier Centeno, descendiente de madre reinosera, procedente de Barcelona y experto en hostelería, quien ostenta la regencia del bar central de Reinoso de Cerrato.
Tiempos nuevos se abren, metas altas que discurrirán entre la buena mesa
y la recuperación de la cultura tradicional. Para empezar, el próximo sábado, el nuevo Regidor invitará a una merienda-cena a los vecinos y acompañantes. El domingo, 12 de septiembre, después de misa, se obsequiará con un cóctel a cuantos acudan a la escuela, convertida en Centro Cultural y en bar del pueblo. Reinoso tiene un buen motivo para alegrarse, porque en un bar no sólo se bebe y
se come. También se conversa, se relajan los nervios y se crean amistades. ¿Quién da más? Enhorabuena, Javier, y suerte. Te lo desean tus amigos que somos todos los que también visitamos el conocido bar de la Playa y entramos en el blog de Reinoso, coordinado por Charly, impagable entusiasta de la historia de esta villa.
Martín Rodríguez Rojo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario