Podeis ver tocando en este enlace las fotos de todo este día y todas las fotos de este año 2020, espero os guste.
Un saludo charly
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REINOSO SE RENUEVA.
Las fiestas de este año 2020, preñado de virus, se mueren en las noches
cerradas al desahogo. Un tiempo que tapa los rostros y convierte en fantasmas a
las plazas de los pueblos y ciudades. Reinoso no se ha escapado de esta
angustiosa situación. Las fiestas de Nuestra Señora de la Asunción, Patrona del
pueblo, están deslizándose sin pena ni gloria.
Sin embargo, surgen aquí y allá gestos de rebeldía, iniciativas rompedoras,
símbolos todos ellos de un deseo liberador. Reinoso, cercano a la capital
palentina, eterno acompañante del Pisuerga, acurrucado a las faldas de la
cuesta de Santa Lucía ha ofrecido un ejemplo de despegue. El 15 de
agosto, a las 13 horas, al son de la dulzaina y en la pared norte de la iglesia
se ha inaugurado el BALCÓN DEL COTARRO.
Un espacio-parque, ubicado en el
Cotarro de San Cristóbal donde habitan las bodegas sempiternas, antiguas
viviendas de compatriotas ancestrales. En ese ambiente de encendido
recogimiento y de panorámicas visiones se levanta a partir de este agosto una
farola que esparce su luz desde el centro del lugar, dos bancos junto a una
papelera, dos mesas con bancos adheridos y un poste de hierro que sostiene un
pergamino con un texto que explica el por qué y el para qué de dicha iniciativa
que el reciente estrenado alcalde ha ideado para solaz de los habitantes.
Durante la inauguración, el citado regidor, D. José Luis Ayuso, pronunció
unas palabras a quienes después de misa se concentraron en el lugar. El señor
Párroco Don Javier tomó también la palabra y un vecino de la localidad, Don
Martín Rodríguez Rojo, leyó el texto escrito en el pergamino. El Balcón del
Cotarro quedó inaugurado.
Desde ahora, los cerca de 60 censados y los visitantes que se acerquen por
estos lares podrán disfrutar de amigables meriendas que encima de las mesas y rociadas
por el buen vino bodeguero relajarán los nervios del atropello civilizatorio
que persigue a nuestros acelerados relojes. Reinoso podrá ver el mundo desde la
altura de miras. La sombra del Cotarro, perenne vigilante de las familias
reinoseras, se sentirá enriquecida por el ensanchamiento de la mirada. Soto,
Magaz, Tariego, Baños, Venta de Baños, Valdeolmillos, Villamedina y Torquemada
sentirán el guiño de los ojos cerrateños, que los podrán contemplar sin esfuerzo
desde este balcón y enviarles un saludo de vecinal amistad.
Reinoso podrá ver la comarca donde se ubica, al Cerrato olvidado, pero
dispuesto a resurgir si todos junto a las instituciones subimos al balcón para
divisar nuestros problemas y para buscarles solución después de reflexionar
sobre la vega, los cerros, los campos, los rebaños ausentes, la ganadería
disuelta, los polígonos industriales expuestos a la intemperie con básicas e
iniciales infraestructuras, pero sin pájaro alguno en sus jaulas desérticas. El
Cerrato necesita balcones para ver y para gritar. Por eso, Reinoso se ha subido
al monte y ha construido el Balcón del Cotarro. Para saber viendo, para juzgar
con criterio y con sosiego, para poner las manos sobre el asador de los
problemas, para proseguir la historia de una Castilla que supo ver más allá de
los Pirineos y del Atlántico, descubriendo un nuevo mundo, superando el
raquitismo de la inacción.
Martín
Rodríguez Rojo
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