Hola,
amigos: Martín nos envía el resumen del día que estuvimos realizando la
limpieza de la ruta de la Ribera,
Desde
la A.A.R. Martín, como presidente da las gracias a todos los socios y no socios
que voluntariamente estuvieron ese día y también al ayuntamiento de Reinoso de
Cto. que encabezada por su nueva alcaldesa Ana García Vega colaboró con su
familia y Jesús empleado del ayuntamiento en su limpieza.
No
podemos dejar de mantener estas dos rutas que son patrimonio turístico
de Reinoso de Cto. y por lo tanto estamos obligados todos a su
mantenimiento tanto la AAR como creador de dichas rutas y el ayuntamiento como
propietario.
charly
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El
PASEO DE LA SOLIDARIDAD.
Llegó
el 22 de julio de 2023. La comitiva estaba preparada. Miembros de la Asociación
AMIGOS DE REINOSO y amigos simpatizantes. Niños, mujeres y hombres. Más de 20
en total. Con desbrozadoras, con tijeras de podar, con rastrillos, con el
almuerzo en la espalda, con sombrero en la cabeza y guantes en las manos,
algunos con pantalón corto para que los mosquitos tuvieran dónde picar. Otros,
más precavidos, cubiertos de pies a cabeza; pero sobre todo, todos con gran
ilusión. Había que limpiar la ruta de la rivera.
Primera
estación: desde la plaza del Puente hasta la trasera de “La Playa”. Encabezan
la faena los desbrozadoras. Siegan sin parar la yerba no demasiado crecida.
Siguen los arrastraderos. Las mujeres perfilan los detalles con la finura
femenina que caracteriza a su intuición, recogen gorras, ropa, herramientas y
olvidos de los despistados. El pasillo estrecho y frondoso entre puentes queda
listo para el futuro. Desde el puente nuevo a la mesa primera de granito la
siega se complica. La yerba está más crecida, el camino se ensancha. Pero la
pericia, la entrega y el entusiasmo no merman. Aumentan, por lo contrario, y no
sólo se siega, sino que también se sierran los troncos de árboles arrastrados
por la riada.
Segunda
estación: desde la “La Playa” hasta la Electra. El camino ya era camino.
Descanso para los brazos. Sin embargo, nos esperaba un gigante. Estaba colgado
de un árbol sustentador. De él se había desgajado, aunque todavía agarrado con
uñas y dientes a su antiguo origen. Era un tronco duro de pelar. Previas
deliberaciones entre los combatientes. Por fin, se llegó a una conclusión:
serrarlo hasta que su corpulencia diera con su peso en el suelo. Un valiente
empuñó la motosierra. Otros tres retorcieron ramas y tronco. El gigante
moribundo depositó su corpulencia sobre la yerba. Los artífices del triunfo no
se conformaron. Había que convertir lo natural en arte y se determinó extraer
del cuerpo inerte de la madera dos asientos redondos y un rústico banco desde
donde se pudiera contemplar el letrero que informa sobre la flora y fauna del
lugar. Resultado: todo un rincón apacible que proporcionará solaz y descanso al
curioso viandante o al pescador de barbos y cangrejos.
La
ruta continuaba. Arribamos a la segunda mesa a cuyo derredor los niños habían
plantado cerca de 50 árboles que por desgracia no han fructificado por falta de
riego a tiempo. La mesa, sin embargo, impávida. La hicimos una agradecida
reverencia. Se limpió el contorno para facilitar el acceso de turistas. Más
adelante, la Electra.
Tercera estación: desde la Electra al banco solitario en medio de una terraza visionaria. En efecto, desde esa majestuosa solemnidad se puede divisar la cuadrilla de patos que ya han aprendido el río y nos visitan cuando les cae en gracia. Es uno el que enfila la emigración. Los demás siguen detrás uniformados y al unísono, portando los ciriales, cual si se tratara de la procesión del Corpus Cristi.
Antes
de subir a la explanada, hubo que atravesar un sendero tupido y amenazante con
sus finas agujas de cardos salpicones. Se encargaron los desbrozadores. Las
mujeres remataron con sus tijeras las puntas desobedientes que insistieron en
permanecer enhiestas. A estas horas de la movida pasear por ese sendero relaja
la vista y levanta el ánimo. Con lo cual llegamos a
La cuarta
estación: desde el banco a la tercera y última mesa del itinerario ribereño. Se
encuentra ésta en una amplia plaza, surgida en su día como consecuencia de la
aglomeración de tierras y piedras que los escombros le proporcionaron. A pesar
de su advenediza procedencia, el espacio resulta interesante al oponerse por el
este a la otra plaza del oeste, ya mencionada, la llamada Plaza del Puente.
Ambas plazas cierran por uno y otro extremo el largo paseo que podría resultar,
si a la carretera que cruza el pueblo se le añadieran aceras y árboles. Por de
pronto, se limpiaron los alrededores de la mesa y de los árboles recientemente
plantados y puntualmente regados. Al día siguiente de esta solidaria limpieza,
un grupo de ocho personas oriundas de Madrid, Burgos y Palencia merendaban
sentados en los bancos que rodean la mesa, mientras sus lenguas se hacían eco
de la belleza del lago creado por las aguas que mueven las turbinas de la
Electra.
La fiesta estaba terminando. Una fiesta que para recibir con justicia tal nombre no podía prescindir de un almuerzo a medio camino. Exactamente lo celebramos cuando el reloj marcaba a las 12 del mediodía. Niños y mayores juntamos sendas viandas en la mesa primera. Chorizo, queso, tortillas, frutas, agua que aclaró la vista, y frutas y chocolate que endulzaron el paladar, encima del limpio granito. Sonrisas y alegría. Discursos y chascarrillos, ironías y ternura se esparcieron a partes iguales. ¿Quién dijo que Reinoso no es solidario? ¿Quién afirmó que sus gentes no colaboran? ¿Quién susurró que sus autoridades no son responsables? Allí estuvo la alcaldesa. Allí estuvo la recientemente elegida concejalía. Cada cual aportó lo que tenía. Todos colaboraron en una empresa que embellece al pueblo. La Asociación AMIGOS DE REINOSO (AAR) agradece el compañerismo y la generosa respuesta que se dio a su llamada.
Seguiremos.
MRR.
Presidente
de la AAR.
Reinoso
de Cerrato, 25 - 7 - 23.
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Teneis mas fotos en el album aquí FOTOS DE REINOSO DE CERRATO 2023
Agradecemos la colaboración de Jesús de la Rosa por las fotos realizadas, además de su trabajo en la limpieza
De verdad que me sonrojo el no haber podido estar con tan respetable ejército. Sois gente muy solidaria, ya quisieran para si lo de otros pueblos. Os deseo lo mejor para todos y que pronto Reinoso también respire con aires de gente de otros lugares. Abrazos.
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