martes, 9 de noviembre de 2021

Una casa de Reinoso que cambia de dueños.



UNA CASA DE REINOSO


Si el visitante entra en Reinoso por el puente nuevo que construyeron los presos de la Guerra Civil, verá el cementerio a su derecha. Poco más adelante, ahora a su izquierda, la primera casa de la localidad. En su portada luce el Nº 3 de la calle “El Puente” que estrena letrero desde hace alguna semana. El viandante podrá pasear por una ancha acera que sirve de antesala a la casa y donde caben tantas sillas como tertulianos quieran sentarse a su puerta durante las frescas tardes estivales. Le precede un transformador de corriente eléctrica que recuerda la profesión de uno de sus propietarios. El edificio tiene adosado lo que fue baile durante los años en que el manubrio empezó a ser sustituido por el gramófono. 

Si se dirigen los ojos hacia las puestas de sol, los curiosos observadores descubrirán a Soto antes que a Venta de Baños y a la Basílica visigótica de San Juan Bautista. Vislumbrarán en la sombra las choperas que bordean al Pisuerga a su paso por el vecino pueblo. Detrás del corral de la casa, una sorpresa cargada de fraternidad. Una cuesta melliza añora a otra, allende el otro costado del río, hace años destruida por la acción del arado o del tractor. Hoy día se presenta como el balcón natural del pueblo y como defensora de las espaldas de la casa nº 3, de los antiguos dueños Gelasio y Angelita. 

La aparición de este asentado hogar data de la década de los 50 del pasado siglo y en su construcción participó la familia entera de quienes huían de las crecidas del río, allá por las cercanías de lo que hoy es central hidrográfica “Virgen de la Luz”. 

Hasta aquí, lo físico, lo material de una casa que pasa a manos de otra familia que quiere “avecinarse” en Reinoso. Vaya nuestra bienvenida como Asociación “Amigos de Reinoso” a los que vienen. Y vaya también nuestra enhorabuena a quienes no tienen inconveniente en venderla, ya que de esta manera el pueblo se deshace de futuras ruinas, encerradas en el silencio durante una temporada y avocadas a incrementar los escombros de un edificio que abandona la historia de una tradición. 


Reinoso como muchos otros pueblos castellanos necesitan aumentar su población, si no quieren desaparecer. Para ello se necesitan viviendas y empleo.

Vender aquellas que están en buenas condiciones es bueno para tal fin. Arrendar otras, favorece a quienes no tienen suficientes ingresos para pagar una compra de tal calibre. La AAR, pensando en la promoción de Reinoso, anima a quienes puedan arrendar que arrienden. Seguro que habrá arrendatarios y si vienen con hijos en edad escolar, habrá escuela. Si escuela, un maestro o maestra que acompañaría a la vecindad. Si esta aumenta, se abriría un centro cultural donde al mismo tiempo poder tomar una cerveza. Si un lugar donde poder juntarse y conversar, debatir, dialogar, cantar y reír, surgiría la comunidad. Si comunidad, hay pueblo. De lo contrario, solo aislamiento de quienes coexisten, pero no conviven.  


Un abrazo a todos desde este blog de la AAR.


MRR.

Reinoso, 12 – 10 – 21.


Nota: Podéis ver mas fotos en el Álbum de Fotos Reinoso 2021













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