martes, 13 de julio de 2021

Escrito de recuerdo de AAR al reinosero Jose Luis Palenzuela (autor: Martín Rodriguez) 10/07/2021

  HOMENAJE A JOSÉ LUIS PALENZUELA.

Antes de empezar quiero transmitir las disculpas de algunos socios de la AAR por no poder estar presentes en este acto. Sus inaplazables tareas agrícolas o laborales de otro tipo se lo impiden. Y lo sienten.

Nos reunimos hoy y aquí citados por la AAR. Esta asociación desea rendir un homenaje a José Luis Palenzuela, miembro que fue de su Junta Directiva. Queremos con este acto unirnos al sentimiento de su mujer, Adela, y al de su familia entera. Nos acompaña el grupo musical del que José Luis también fue miembro. El acto constará de algunas palabras pronunciadas por representantes de la familia y de ambos grupos mencionados. Oiremos alguna canción predilecta de José Luis y terminaremos el acto con la entrega de un pequeño obsequio a la familia. 

Este será el acto físico. Pero debajo y al lado de él hay un significado profundo que la AAR quisiera poner en evidencia. ¿Qué significa homenajear a José Luis? – Significa que las personas que vivimos o somos de Reinoso desearíamos tener presente siempre a quienes nos rodean de cerca. No somos seres individualistas, aunque seamos individuos. Nos creemos, por el contrario, seres sociales que enriquecemos nuestro yo, nuestra personalidad, precisamente con la ayuda y compañía del tú. Un yo-tú inseparable y constitutivo de un nosotros, único habitante de una población que anhele crecer como grupo, como comunidad, como pueblo. 


Si queremos hacer Reinoso y construir Cerrato no nos queda más remedio que entender que ambas cosas son responsabilidad de todos nosotros. Recordando a José Luis, recordamos a todos los que viven en este pequeño territorio reinosero: a los nacidos en sus entrañas o terreno, a los que han llegado de otros lugares y no han nacido aquí, a los nacidos que se acercan de cuando en cuando porque habitan en otras partes. Esta es la variedad de la nueva ruralidad. Pero todos formamos parte de un todo, del todo de la Comunidad reinosera. Homenajear a uno de nuestros paisanos, como lo ha sido José Luis, implica luchar por la integración entre todos los que recorremos nuestras calles. Integrarnos supone saludarnos, ayudarnos, hablarnos, celebrar juntos los acontecimientos que se organicen, juntarnos, conversar, salir de nuestros agujeros hogareños y pasear de la mano, preocuparnos por los problemas del pueblo: por el estado de las calles, por la cultura, por los mayores, por la salud, por el bienestar de todos, por la no desaparición del pueblo. 

Necesitamos nuevos vecinos. Ello requiere proporcionar trabajo y vivienda. Hay casas que podrían alquilarse, no sólo vender. Hay posibilidad de exigir a las instituciones correspondientes que la limpieza de los montes y de las riberas sean una oportunidad de propiciar empleo a varias familias. La consecución de estas aspiraciones no la encontraremos a la puerta de nuestras casas. Se consiguen luchando por ellas. De ahí que necesitemos de la integración para obtener con la fuerza de la unión un resultado capaz de impedir la desaparición de un pueblo con historia. 


En este lugar donde ahora mismo nos encontramos hubo una escuela con 15, 20 niños. Hay que volver a rellenarlo. Hay que abrir el centro cultural donde poder discutir estos problemas. Hay que volver a bailar, a cantar, a merendar en las bodegas, a jugar y tocar en las fiestas. Con el mismo empeño y alegría con los que José Luis tocaba en el grupo musical que hoy nos acompaña. He aquí, insisto una vez más, el significado de este homenaje. Recordar a nuestros amigos fallecidos nos ayuda a rememorar cuáles son nuestras obligaciones con la población. Honrar a la persona de José Luis trae consigo analizar los problemas de los que él hablaba con frecuencia. 


Significa discutir como él también lo hacía sobre las soluciones que pueden mejorar nuestra situación. Gracias, José Luis, por proporcionarnos con este homenaje que en este momento te estamos ofreciendo, el recuerdo de nuestros compromisos con el pueblo. Gracias por el ejemplo que nos legaste con tu entrega a la Junta Directiva de la AAR. Fuiste de los primeros en empuñar la hoz o el azadón para limpiar la yerba de las bodegas o para cavar la senda que conducía al lugar donde colocar las mesas para una cena. Nos empujas a imitar tu esfuerzo. Trabajaremos por conseguir el pueblo que tú querías: más personas, más niños y niñas, más sonrisas para una más agradable convivencia. Sobre esa base se consigue el progreso para un pueblo más fuerte. Desde donde estés, ayúdanos a seguir tus pasos. 

AAR.

En su nombre:

MRR. Reinoso-10-7-21.


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