MARÍA ASUNCIÓN GARCÍA PASTOR.
El día 28 de junio Asun se marchó de este mundo. Le había conocido desde hacía 102 años. Y así con la misma serenidad con que había vivido, levantó su mano tiernamente y nos dijo adiós. A sus hijos, los primeros. A Jesús Mary, a José Luis, a Paquito, a Alfredo, a Mary Asun. Al día siguiente, sus convecinos, los de Reinoso donde Asun había pasado toda su vida, la despedimos a ella.
Con la misma educación con la que ella se machó, nosotros la dijimos hasta pronto. Un entierro que no por sencillo y familiar dejó de ser solemne. Fue la solemnidad de la amistad con una persona andariega hasta el final de sus días, trabajadora como pocas, entregada a su familia ejemplarmente, cuidadora de sus hijos para quienes buscó lo mejor que podía imaginar una madre.
Asun vivió siendo niña los últimos coletazos de una primera guerra mundial, siendo adolescente tuvo que superar la tragedia de una guerra civil y en su juventud soportó las consecuencias de una segunda guerra continental que continuó las estrecheces de un conflicto fratricida español. Mientras tantas calamidades se sucedieron a nivel nacional y mundial, ella, Asun, firme en sus convicciones castellanas usó de la sobriedad, la sencillez, la experticia en el hablar, los anhelos culturales que nunca la abandonaron, y la entrega desbordada a la familia. Valores éstos que caracterizan al temperamento castellano-leonés de quien ella podría ser un paradigma imitable.
Asun. Vete en paz. Nosotros, junto a tu hermana María, tu inseparable compañía, nos conformamos con reivindicar tus enseñanzas.
MRR
Reinoso de Cerrato, 30 – 6 – 21.
Los hijos de Asun,su hermana y el resto de su familia estamos profundamente agradecidos de vuestra compañía en el adiós de Asun. Y ATI Martín, por el elogio que haces de los valores de nuestra madre, nuestro sincero agradecimiento.
ResponderEliminarPreciosa despedida.
ResponderEliminar