A CENAR, QUE HAY MUCHA HAMBRE.
Puso en mis manos, Charly, un díptico con el título de COMUNIDADES
PARROQUIALES de Magaz, Reinoso, Soto y Villaviudas. Lleva fecha de 15 de agosto
de 2012.
Y me dijo: lee esa noticia y
trabájala. Cuando termines, me la mandas y la colgamos en la web.
Aquí me tienes, Charly,
“alma Mater” de la web y del Reinoso virtual que va naciendo, creciendo y
desarrollándose gracias a tus desvelos tanto nocturnos como fotográficos.
En la página segunda del
folleto se alude a la
Festividad de la
Asunción y se afirma que tres de los retablos de las iglesias
de los pueblos ya citados están presididos por la imagen de la Virgen. En la página
tercera se recogen una meditación y una oración, alusivas a la Virgen y la cuarta y última página se dedica a dar
NOTICIAS DE NUESTROS PUEBLOS.
Una de ellas se titula CENAS
DE SOLIDARIDAD y comunica que se han celebrado una en cada uno de los pueblos
para ayudar a la construcción de unas escuelas en Haití. Se han recogido 4000
euros, resultado de la suma de los 875 de Soto, los 720 de Magaz, los 1110 de Villaviudas y los 550 de Reinoso, a todos
los cuales se han añadido 740 de las colectas respectivas a cada pueblo.
Después de leído todo el
texto se me ocurren algunas reflexiones:
1. Hablar de comunidad
parroquial es hablar de mancomunidad, salir del particularismo individual y
saltar a una concepción colectiva, comunitaria, social de la vida de los
pueblos. No somos uno, somos cuatro. No somos sólo yo, somos “nosotros”. Es
decir, más fuertes, más eficaces, más mundiales.
2. Un ejemplo de esa mayor
fortaleza queda evidenciado en el
resultado de las cenas solidarias. Ese dinero aplicado a un mismo objetivo
supone una gran ayuda a un país cuyo cambio monetario multiplica al euro por cerca de 52 unidades de su moneda,
el gourde. Es decir 1 euro = 51, 82 gourdes.
De modo que 4000 euros es
una cifra importante para construir alguna escuela.
3. Me permito felicitar a D. Julián, párroco de estas parroquias, por su iniciativa. A los feligreses cerrateños nos gusta salir al exterior. El estereotipo de encerrados en nuestros lares es un prejuicio que no se aviene con la realidad. Somos amigos de los amigos, abiertos a las necesidades que vemos claras, generosos con la desgracia y dispuestos a la salida justa de los problemas sociales.
3. Me permito felicitar a D. Julián, párroco de estas parroquias, por su iniciativa. A los feligreses cerrateños nos gusta salir al exterior. El estereotipo de encerrados en nuestros lares es un prejuicio que no se aviene con la realidad. Somos amigos de los amigos, abiertos a las necesidades que vemos claras, generosos con la desgracia y dispuestos a la salida justa de los problemas sociales.
4. Nos gusta una iglesia que
se preocupe de la sociedad, que nos hable de las noticias del mundo, que
enfoque, desde la interpretación de sus documentos doctrinales, un análisis de
la realidad, impulsor de la búsqueda de las causas que producen la desigualdad
social y queremos, por fin, ver en la Iglesia un compromiso firme y decidido por los
pobres, por los excluidos del sistema. Junto a esta Iglesia nos sentimos a
gusto. La contraria no es evangélica. Por todo ello, D. Julián, enhorabuena y
adelante. Cuente con otra cena, porque contribuiremos modestamente a eliminar
el hambre, tanto física como cultural.
Martín Rodríguez Rojo
Valladolid a 19 de agosto de 2012
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